miércoles, 2 de diciembre de 2015

Las Espadas y Sables para Tropa de Caballería Española (y III)

Tercera parte (1841 - 1907)

Con este artículo cerramos la serie dedicada a los modelos para tropa de caballería española, abordando el periodo entre 1841 y 1907. Fue en esta última fecha cuando el que sería el último tipo reglamentario de sable para estas tropas vio la luz. Este periodo se caracteriza por una clara renovación y puesta al día de dicho armamento, siguiendo las pautas de las naciones más avanzadas en este sentido de forma casi contemporánea. Los modelos de esta etapa, más homogéneos que en las anteriores, presentan las siguientes características comunes:
  • Guarniciones fabricadas en chapa de hierro o acero, según el estilo prusiano.
  • Vainas de hierro, con una o dos anillas de suspensión.
  • Sables curvos o rectos, pero siempre de un solo filo.
  • Desaparecen los modelos propios de la caballería de línea.

Tanto las hojas como el resto de componentes se producen en la fábrica de Toledo, abandonándose por completo la subcontratación externa para ejemplares de serie. 

 Sables de tipo "prusiano"

En 1.856 se produjo una serie de prototipos de un sable para la caballería ligera de nuevo cuño, inspirado de forma clara en modelos de origen alemán, y más concretamente prusiano. Las pruebas realizadas demostraron su robustez y fiabilidad, por lo que el diseño fue adoptado oficialmente como Modelo 1860. Su concepto suponía una ruptura casi completa con los sables anteriormente en uso, pues la guarnición de este sable, en hierro, presenta una cazoleta completa y monterilla corrida con un pasador central de refuerzo. La hoja, realmente robusta, es curva, con bigotera corta, un filo al exterior en todo su largo y filo al interior en la punta donde forma una pala a dos mesas, presentando un amplio vaceo poco profundo en las dos caras. Longitud de la hoja 860 mm, anchura 32 mm, grosor máx. 8,5 mm. Su vaina es de hierro, con dos anillas y reducido batiente.

Sable de Caballería Ligera Modelo 1860

Este sable contó con dos versiones para oficial (de 1860 y 1878), y fue reemplazado por el sable Modelo 1880, muy similar en su forma, aunque con la hoja aligerada. Este último sable sufrió a su vez la supresión de la segunda abrazadera de la vaina en 1888, añadiéndose en la superior una segunda anilla de menor tamaño. Hay que notar que este Modelo 1880 fue el primero en ser común a todos los cuerpos de Caballería, confirmándose la desaparición de los modelos específicos para Caballería de Línea.

Estos dos modelos, el 1860 y el 1880, estuvieron en servicio de manera oficial hasta ser reemplazados por el Modelo 1895, pero en la práctica se sabe que en tropas de primera línea ambos estuvieron en activo hasta la década de 1920, debido a la mayor confianza que inspiraban frente a modelos posteriores. 

 El Modelo 1895 (tipo Robert)

En 1895 apareció un modelo de reglamento para la tropa de caballería que incorporaba una serie de innovaciones destinadas aparentemente al abaratamiento de su fabricación, por presentar su montaje una mayor sencillez y posibilitar su fabricación en cadenas de producción en serie. Quizá se pretendió igualmente mejorar su mantenimiento y reparación sobre el terreno.

Sable de Caballería Modelo 1895 

Este sable modelo 1895, de diseño emparentado con las versiones de oficial de tipo Robert (1), presentaba una cazoleta completa en hierro, empuñadura formada por cachas de madera de nogal de forma anatómica, sujetas con un tornillo pasante a una espiga muy ancha, con el pomo redondeado donde aún se remachaba el extremo de la espiga. La hoja, que resulta ligera, es curva, sin vaceos, con bigotera donde se estampaba el sello de la Fábrica, filo a todo el exterior y al interior sólo en el último tercio. Longitud de la hoja 821 mm, anchura 28 mm, grosor máx. 6 mm. La vaina, de hierro, tiene sólo una anilla, y presenta un batiente muy largo.

Evolución de los modelos 1860 (A), 1880 (B), 1895 (C) y 1907 (D)


Fue un sable que aparentemente se demostró de escasa resistencia, suspendiéndose temporalmente su producción, aunque se sabe que hubo pedidos hasta 1914 y versiones de exportación (al menos constan ejemplares producidos para el ejército de Colombia). Tuvo versiones de oficial de caballería e infantería, muy semejantes aunque de menor tamaño y dos pasadores en la empuñadura. Quedaron éstos en fase de prototipo, no aprobándose de manera oficial, aunque se construyeron en importante cantidad y fueron usados con normalidad. 

El Modelo Puerto-Seguro 1907-18


En el cambio de siglo surgió en Europa y después en los EE.UU. una interesante polémica sobre el correcto uso de una espada por parte de la caballería. Surgió una corriente de opinión que sostenía que el uso más eficaz correspondía a la punta, siendo la estocada prácticamente el único medio de enfrentarse con éxito a la caballería contraria, y resultando también apropiada contra la infantería. Se rescataba con ello la tradicional carga de choque de la caballería de línea o pesada, masiva y empleando la punta de sus espadas rectas, frente al uso de los sables principalmente de corte por parte de la caballería ligera, de forma más libre y en especial contra un enemigo desorganizado o en desbandada.

En España fue el Marqués de Puerto Seguro, D. Luis Carvajal, por aquel tiempo capitán de caballería, el principal sostén de esas teorías, y el diseñador de todo un sistema de espadas que llevan de forma oficial su nombre. Puesto que el modelo que apareció en primer lugar, el de tropa de caballería, vio la luz en 1907, se adelantó con ello a sus equivalentes en el Reino Unido (modelo 1908) y en EE.UU. (modelo 1913 o Patton).

El Modelo Puerto-Seguro 1907/18 (más adelante se aclara el porqué de esta doble fecha) para tropa de caballería presenta una cazoleta completa en hierro reforzada por un reborde, empuñadura formada por cachas de madera de nogal (en los prototipos, de celuloide) sujetas mediante dos tornillos pasantes a la ancha espiga, y una monterilla sujeta mediante una perilla atornillada a la punta de la espiga, que es roscada. Resulta por tanto totalmente desmontable con facilidad, y su disposición es típica de este sistema de espadas.

La hoja es recta, con bigotera, filo corrido al exterior y lomo cuadrado al interior hasta el último tercio, donde presenta un canal y una corta pala a dos filos. Presenta profundos vaceos de paredes rectas en casi todo su largo por ambas caras. Longitud de la hoja 900 mm, anchura 27 mm, grosor máx. 7 mm.

Espada Modelo Puerto-Seguro 1907 para Tropa de Caballería (vista de la empuñadura)

El modelo 1907 fue aprobado de forma provisional en ese año, no siendo su aprobación definitiva hasta 1918, siendo producido en un principio en Solingen por la WKC (Weyersberg, Kirschbaum und Cie) bajo encargo y pago del propio Marqués (entendemos que para facilitar las pruebas conducentes a su adopción, dada la dificultad inicial que tuvo la Fábrica para producir hojas con esa sección) y posteriormente en la Fábrica de Toledo ya de forma regular. En los dos casos aparecen correctamente marcadas, bien con los logos del fabricante alemán  y/o referencia "PUERTO-SEGURO" en el lomo en la breve tirada inicial, bien con los definitivos de la Fábrica de Toledo para la producción regular.

De este sable existieron versiones para Oficial de Caballería y para Oficial de Infantería (ambas conocieron también una breve producción inicial por la WKC), siendo adoptados con pasmosa rapidez por la oficialidad y participando extensivamente en la Guerra de Marruecos durante los años veinte. Asimismo, modelos anteriores para otros cuerpos fueron modificados para albergar hojas del presente sistema. Incluso después de la Guerra Civil, algunos institutos como la Guardia Civil lo adoptaron para sus tropas de caballería, marcando las cazoletas con su emblema.

Este sable fue el último modelo español de sable o espada adoptado para un cuerpo de tropa, y de ahí su importancia histórica. Por otro lado, por el estado de las piezas sobrevivientes, se demostró de bastante resistencia, y se produjo en gran cantidad. 

Digamos como curiosidad que la última tirada conocida de sables de este tipo, para tropa montada, lo fue para la Guardia Real, siendo fabricados por Bermejo en el año 2001, con lo que el veterano sable llegó a ver un nuevo siglo, el que ahora vivimos. 

(1) Por D. José Robert y Bordés, capitán de artillería destinado en la Fábrica de Toledo en aquel entonces y posible diseñador del modelo 1895.

ã Juan José Pérez, 2000-2015
Bibliografía esencial
  • Barceló Rubí, Bernabé. "Armamento Portátil Español 1.764-1.939". Ed. San Martín, 1976.
  • Calvó, Juan L. "Armas blancas para tropa en la Caballería Española". Asociación El Cid, 1980.
  • Toledo, Vicente; Navarro, Vicente; Sala, Lluc. "ESPADAS ESPAÑOLAS MILITARES Y CIVILES, desde el siglo XVI al XX". Autopublicación, 2010.

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